El duelo es una de las experiencias más dolorosas de la vida y la manera de afrontar la pérdida de una persona querida es muy diversa, es algo personal y único, pero paradójicamente son reacciones que compartimos prácticamente con la totalidad del resto de los humanos.
Pero, además, hay muertes, en las que el malestar psicológico es mayor al de una muerte esperada, además hay muertes en el que el duelo a veces es silenciado o negado. Estamos ante el caso de la pérdida durante la gestación o en momentos cercanos a esta.
Una vez más, este silencio viene a añadir sufrimiento, en lugar de restarlo, parece como si no tuviéramos permiso para experimentar dolor.
Hablar de muerte es difícil, hablar de muerte en el inicio de la vida es aún más complicado, encontrar las palabras, respetar los silencios, no caer en frases que vienen a añadir más dolor… En el contexto sanitario, hay veces, que los propios protocolos no son todo lo humanizados que necesitamos en esos momentos, muchas madres te describen la soledad desgarradora que sintieron durante el proceso.
Es curioso cómo está perdida se vive como en un destierro, cuando en realidad es compartida por tanto número de personas, en España mueren alrededor de 2500 bebes al año.
No es una pérdida cualquiera, necesita ser acompañada de una manera más especificado, porque tienen circunstancias especiales:
En la muerte perinatal el estado hormonal de la madre, dirigido al establecimiento del vínculo, a potenciar el maternaje es un aspecto esencial en la doliente y que nos comparte con ningún otro tipo de duelo. Su propio cuerpo está mandando señales contradictorias que se hacen muy difícil de transitar. Además, a la pérdida del bebe se le une la perdida de la ilusión.
En todo caso, el duelo por la pérdida de un ser querido es un indicador del amor hacia nuestro bebe y nos ayuda a ir aceptando su muerte. Podemos experimentar muchas emociones en nuestro duelo, hablaremos de los mas comunes, pero no son las únicos, ni tienen porque darse todas, ni en el mismo orden. En mi consulta acostumbro a decir que las emociones que tenemos los humanos son humanas y por lo tanto completamente normales, no existen emociones buenas o malas.
Cuando te dan la noticia de que tu bebe puede morir o ha muerto, puede que entres en un estado de bloqueo, de shock, como si pareciera mentira lo que estás viviendo, puede que nos sintamos culpables o tristes, o vacías, puede que nos enfademos, con el médico, con nosotras mismas, con nuestra pareja o con el propio bebe.
La pareja, en el caso de que la halla, es la persona que más puede entender por lo que estás pasando, pero puede que viváis la experiencia de forma muy diferente. Hablemos sobre lo que sentimos y sobre como lo sentimos, una emoción que se pone en palabras es más llevadera.
Si conocemos a alguien que esté atravesando esta experiencia, hay actitudes que podemos evitar para no añadir incomprensión a su dolor; evitemos buscar algo positivo en la muerte del bebe, evitemos preguntar por las semanas de gestación como si la vinculación dependiera de un número, de un tiempo, no neguemos su existencia refiriéndonos a él como el feto o embrión. Evitemos decir que tendrán más bebes, no juzguemos su dolor por el tiempo de gestación.
Acompañemos desde la empatía, sin caer en tópicos, hay veces que lo mejor que se puede decir es lo siento, o dar un abrazo, o estar respetuosamente a su lado, en silencio. Que sepan que pueden expresarse, sin que nosotros relativicemos su dolor, sin juzgarlo.
En este blog queremos poner el acento en dos aspectos, por un lado, en la importancia es seguir formando al personal sanitario y proporcionar herramientas que mejoren la atención a la pérdida y el duelo perinatal en los primeros momentos.
Y por otro, si estáis pasando por esta experiencia, es probable que existan en vuestra zona asociaciones (se me vienen a la cabeza, Alma y Vida o Unamanita, habrá muchas más), grupos de apoyo y/o profesionales especializados. Pueden ser de un ayuda enorme, pueden acompañarte y a hacerte ver que muchas cosas que sientes son normales ante la muerte de tu bebé.